sábado, 23 de julio de 2011

Desaprendiendo Mitos

(Publicado originalmente el 06/09/2011)

En el mundo del vino, como en cualquier otro en el que se maneja tanta información de tantas fuentes diferentes, uno de los problemas más comunes es la existencia de cientos de mitos y verdades a medias que no hacen otra cosa más que enredar aún más todo.

Es por eso que debemos empezar por considerar si debemos 'desaprender' algunas cosas que damos por un hecho cuando en realidad se trata de simples mitos que a través de los años fueron ganando fuerza.

Vamos a 'desaprender' juntos 5 mitos muy populares. Este será un gran comienzo!

MITO 1: Vino tinto para las carnes rojas y blanco para las aves y mariscos
Aunque esto es casi natural para muchos consumidores de vino, la verdad es que no es necesariamente cierto. Los maridajes son situaciones muy complejas y muchos vinos cruzan estas barreras. Más que considerar si vamos a comer carnes, pastas, aves o mariscos, consideremos la forma en que están condimentados. Una pasta usualmente evoca un vino blanco, pero si la pasta va a ser servida con una salsa muy condimentada o bien una rica salsa de carne y tomate, un vino tinto probablemente será un mejor maridaje. Lo mismo aplica para los mariscos y las aves. Con las carnes, usualmente no encontraremos un vino blanco con tanto carácter como para acompañar un asado, así que la elección será más fácil. Al fin y al cabo lo más importante no es hacer lo que dicte un mito o costumbre, lo más importante es probar y encontrar la combinación que nos deje satisfechos y felices.

MITO 2: El aroma del corcho nos dirá algo sobre la calidad del vino
Otro mito muy duradero... la mayor parte de las veces, el mesero nos dará el corcho para que hagamos algo con él. Qué hacer? Bueno, mucha gente lo huele. Este es un gesto bastante inútil porque de esa acción no desprendemos absolutamente ninguna información. Lo que debemos hacer es revisar que el corcho no esté quebrado, que no esté lleno de moho o cualquier otra substancia extraña y que la humedad no lo atraviese completamente -esto puede indicar que el vino se ha expuesto al aire y por tanto se puede haber dañado.

MITO 3: Beba vino tinto a temperatura ambiente y vino blanco muy frío
Nuevamente, esto es algo tan usual que ni siquiera nos lo cuestionamos. Lo más terrible del caso es que al hacer esto estamos sacrificando mucho del sabor y del potencial del vino que tomamos. Por qué? Bueno, la frase clave para los tintos es 'temperatura ambiente': temperatura ambiente no son los 22 o 23 grados Celsius a los que estamos acostumbrados por estas latitudes, si no más bien lo que solía ser la temperatura ambiente de regiones mucho más frescas. Las bodegas ahora son más claras al recomendar las temperaturas específicas y para los tintos estamos hablando de 16 a 18 grados Celsius. Esto se logra con 10 o 15 minutos de refrigeración. Para los vinos blancos, servir demasiado frío le robará muchísimo aroma y por lo tanto sabor. Los vinos blancos deben servirse entre 8 y 10 grados Celsius, entre 25 y 30 minutos de refrigeración deberían ser suficientes para llegar a ese punto ideal. Champagnes y Sidras pueden servirse aún más fríos, pues sus características esenciales no se ven afectadas por tan bajas temperaturas.

MITO 4: Todos los vinos se benefician cuando se los deja respirar o cuando los decantamos
En realidad, es posible que si hacemos esto mal estemos por echar a perder un buen vino. En otros casos, creemos que estamos haciendo algo y en realidad no estamos haciendo nada en lo absoluto... permítanme explicar ambos casos:
- Cuando tenemos un vino muy viejo y lo dejamos respirar o bien lo decantamos y lo dejamos ahí por mucho tiempo es posible que no podamos tomarlo pues su composición es muy delicada y el mínimo de oxidación adicional (la cual se produce con el proceso de decantarlo) lo hace perder su buen gusto. En estos casos lo mejor es tomar el vino tras una corta pausa después de descorcharlo y decantarlo para remover cualquier sedimento.
- En el caso de los vinos jóvenes, dejar la botella abierta para que respire es un ejercicio completamente inútil: el contacto con el aire es mínimo y no hay movimiento que ayude a oxigenar el vino. En estos casos lo mejor es decantarlo, dejarlo reposar unos minutos y proceder a disfrutarlo.

MITO 5: Los vinos viejos son mejores que los vinos nuevos
Este es un mito con muchas ramificaciones. Pero hablemos de la más notable de ellas: no todos los vinos están diseñados para resistir por infinidad de años en una cava, en realidad es apenas una minoría la que se beneficia de una estructura adecuada para la guarda. El resto son para consumirse en cuestión de pocos años y muchos de estos son para consumirse una vez que son puestos a la venta por sus respectivas bodegas. Por eso siempre digo que el mejor vino es el que me puedo tomar en este momento, así que no se esfuercen demasiado en guardar una botella a menos que tengan seguridad y referencias que es apta para la guarda y que tienen las condiciones adecuadas para hacerlo (luz, temperatura, humedad, etc.) de lo contrario será una gran desilusión no haberse tomado esa botella cuando tuvieron la oportunidad.
Por otra parte, cuando vemos un vino con una etiqueta que dice 2009 o 2010 pensamos de inmediato que no puede ser muy bueno. Grave error! Como dije antes, muchos vinos están listos para ser tomados de una vez. Inclusive si es un vino apto para la guarda, pasarán muchos años antes que podamos notar una diferencia en su sabor y textura. Lo mejor es no tomarse el riesgo y tomarse el vino!

Bueno, esos son algunos de los más comunes... conoces otros? Por favor anótalos en tus comentarios!

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