Aunque nunca he sido un gran admirador del vino chileno en general, siempre he tenido un gran respeto por los productores premium de ese país que han decidido darle la espalda a la creciente industrialización del arte vitícola. Uno de esos productores, Montes S.A., nos trae algo que no sólo es un vino extraordinario, es algo que ellos mismos han denominado el Súper Carménère: Purple Angel.
Este es uno de esos reviews que se van a salir del tema de lo accesible y lo fácil... debo admitir que a veces hay que darse un gusto diferente y este es ciertamente uno de esos gustos. Purple Angel es uno de los pocos vinos a nivel mundial que sufren de un exceso de demanda: Montes no tiene forma de proveer todo el vino que los distribuidores quieren, por lo que se ve forzada a distribuir las escasas existencias de la forma más justa posible. En Costa Rica tenemos suerte y por eso este vino se encuentra disponible en varios restaurantes (pídanlo mientras puedan!) y en algunos negocios especializados (aquí va a durar mucho menos aún!), esto es mucho más de lo que otras latitudes pueden decir sobre este vino en particular. Esto deja claro que no se trata de un vino accesible, pero es un vino que vale cada centavo.
Por fortuna, ayer mismo tuve la oportunidad de visitar un, en mi criterio, excelente restaurant en Santa Ana: Doris Metropolitan (Hattori, si no has pasado por ahí, me encantaría que lo hicieras y nos dieras por favor tu opinión especializada!) y por pura casualidad Purple Angel cosecha 2008 estaba disponible... y con descuento! Sorprendentemente el vino está disponible a un precio bastante similar al de comprarlo con un distribuidor, lo cual es muy raro.
Pero bueno, vamos a los detalles de este maravilloso vino...
La Bodega:
Viña Montes S.A. (http://www.monteswines.com/home.php , Twitter @MontesWines ) es una bodega Chilena dedicada con mucha visibilidad de su línea Ultra Premium. Tal vez hayan escuchado acerca de Montes Alpha M, Folly o inclusive el objeto de nuestro review: Purple Angel. Montes es una bodega vanguardista en términos de selección y mercadeo, pero muy clásica en términos de proceso. Esto hace de Montes una bodega diferente de la media en Chile, donde la industria del Vino se ha convertido en algo masivo y en mi humilde criterio, sin alma.
En términos de tiempo, Montes es una bodega realmente nueva. No fue si no hasta 1987 que Aurelio Montes y Douglas Murray decidieron emprender en esta industria (seguidos en 1988 por otros dos socios considerados también como fundadores: Vidaurre y Grand). La consigna de Montes era precisamente salir de la industrialización y darle prioridad a la calidad como factor preponderante. No importaba vender una fracción de lo que otras bodegas vendieran, el punto era tener la calidad a la que ninguna de las demás bodegas podrían aspirar.
Increíblemente -o talvez, naturalmente- el éxito de Montes fue instantáneo: se convirtió en el primer vino Premium en exportarse desde Chile y generó críticas extremadamente positivas en todo el mundo. Ahora Chile tenía con qué participar en el mercado Premium. Rápidamente otras bodegas empezaron a seguir esta pauta, pero hay que reconocerle a Montes la Visión.
En la actualidad, Montes cuenta con tres zonas de viñedos principales en Marchigue, Apalta y Curico. Es precisamente de Apalta (en Valle del Colchagua) de donde vienen las uvas que producen el sublime Purple Angel, que no sólo representa un orgullo de Montes, sino un orgullo Chileno, al ser su protagonista el Carménère.
El Vino:
Purple Angel está en una categoría por sí solo: Súper Carménère. Esto no es un juego de palabras, como en cualquier otra locación del mundo donde un varietal es exclusivo, Chile no juega con el Carménère y podemos estar seguros que una referencia así no se puede hacer sin fundamento.
Carménère es una uva especial... se pensó extinta en algún momento, sólo para re-aparecer en Chile de manera prácticamente exclusiva. Purple Angel trata de dar un tratamiento de vitificación Ultra-Premium a este varietal, de forma que se pueda dar un mayor nivel de apreciación a esta uva tan espléndida.
Un dato interesante y a tener en cuenta, este vino no es 100% Carménère: es en realidad un delicado blend de 92% Carménère con 8% de Petit Verdot, que le presta características distintivas. Petit Verdot nos trae a los clásicos blends de Bordeaux y sus fuertes notas de violeta son un match perfecto.
En términos generales, Montes no se reservó absolutamente nada con este vino: todo en su presentación nos dice que estamos participando de lo mejor de lo mejor y que debemos disfrutarlo. Veamos los detalles que hacen a este vino parte de la elíte de Chile:
1. Presentación: Cuando tomamos una botella de Purple Angel en nuestras manos, la primera impresión es el peso: esta botella es de un vidrio verde oscuro extremadamente grueso y pesado, sin duda reservado para las líneas más selectas de cualquier bodega. El etiquetado es lo que podemos esperar de Montes: artístico y expresivo, con un ángel púrpura bien realizado a plumilla en papel de gran calidad, lo mismo que la etiqueta trasera. Sabemos, sin abrirlo, que estamos frente a un gran vino por el cual la Bodega está dando fe. El corcho es simplemente 'coleccionable'. Podemos ver que no cuenta con la designación de la cosecha (lo cual me parece sumamente extraño para un vino tan exclusivo) pero el corcho es de primera selección y con un estampado en caliente de la efigie del ángel que le da su nombre.
2. Color: Bueno, no será ninguna sorpresa que este vino nos presente un color púrpura profundo, lleno de flecos de un rojo intensísimo. Al agitar la copa este vino cobra vida y es un espectáculo visual con el poder de hipnotizar.
3. Aromas: Al examinar la etiqueta nos podemos dar cuenta de un factor que llama la atención muy particularmente: 15% de alcohol por volumen. Se trata de un contenido muy alto pero no inusual en los Carménère. Cómo afecta la nariz de este vino? Mi recomendación es que apliquen al menos dos revisiones: la primera nariz estará cargada de la natural astringencia de este alto contenido alcohólico, pero aún así el bouquet es maravilloso: la nota predominante al inicio es la que la barrica de encino le brinda. Es imposible que esta no sea la primera impresión, pues hablamos de 18 meses de contacto directo con barricas nuevas!
Pero inmediatamente perceptible está el dulce aroma de las violetas tan característico, vainilla y frutos rojos muy maduros. Un poco más allá encontramos notas de vainilla que se derivan, nuevamente, de su extendido paso por barrica.
4. En boca: Es aquí donde Purple Angel nos saca de este mundo y nos deja experimentar lo que significa Súper Carménère: el inicio en boca es extremadamente intenso pero con taninos redondos y persistentes, la acidez es media y agradable. Las notas de vainilla son aparentes, así como un ahumado ligero cortesía del extendido contacto con la madera nueva, lo mismo que las notas de pimienta negra que pueden sentírsele. El final es largo y complejísimo, son etapas y etapas que se van superando a medida que pasan los segundos. Este es un vino que debe tomarse con calma, pues ninguna primera impresión de paladar será suficiente para definir todo lo que realmente incluye.
Nuestras observaciones y conclusiones:
Carménère en Chile es algo como el Malbec en Argentina: sencillamente no se le pone una etiqueta a uno de estos vinos si la bodega no está convencida que son dignos representantes del varietal y del terroir. Purple Angel no tiene ningún problema en llenar los zapatos de la expectativa varietal, no por nada ha sido auto-denominado (sin disputa alguna que nos hayamos enterado) como el Super Carménère de Chile. Pero por encima de ese detalle, Purple Angel nos muestra mucho más: es una experiencia sensorial completa y llena de un gusto excepcional.
Será este el mítico vino que se puede tomar sin necesidad de maridar? Para mi gusto, está muy cerca de eso, muy, muy cerca! Estoy seguro que en ese punto tendré opiniones divergentes (y bienvenidas!)
Pros:
- Carménère en su máxima expresión (aunque tenga un 10% de Petit Verdot)
- Increíblemente complejo, una experiencia obligatoria en el tema de Carménère.
- Ideal para evaluar por sí mismo, casi no veo necesidad para un maridaje si no se requiere.
- Excelente relación calidad/precio, aún con estos precios!
Contras:
- Punto de precio muy alto, justo para el tipo de vino, pero difícilmente para consumo regular.
Ficha Técnica:
- Bodega: Montes
- País/Región: Chile / Valle de Colchagua, Viñedo Finca de Apalta
- Varietal: Blend 90% Carménère, 10% Petit Verdot
- Cosecha: 2008
- Grado alcohólico por volumen: 15.0%
- Rango de precio: Desde $80 en distribuidores especializados (Vinum La Enoteca, Wine & Spirits) a $120 en restaurantes (Doris Metropolitan, Terruño)
Maridajes:
- Idealmente, este vino tan complejo debe combinarse con elementos culinarios sencillos para poder capitalizar en todos sus atributos. Carnes a la parrilla (sin condimentación intensa adicional), vegetales a la parrilla, carnes de caza (venado, jabalí) o pastas con salsas intensas a base de carne y especias. Contrario a lo regular, este tinto tan sobrio puede combinar bien con picantes que no sean extremos.
- No mezclar con: picantes intensos o salsas basadas en quesos frescos o cremas.
Calificación de Vino Fácil: 5 de 5, y les aseguro que no estoy exagerando!
Hola Carlos:
ResponderEliminarVeo que estuvo intensa la experiencia con este vino. Me parece interesante el detalle del corcho, supongo que la presentación también es parte de la calidad y exclusividad del producto, o me equivoco?
Muchas de las cosas que escribes, no las comprendo a plenitud pues me parece que la degustación de los vinos se aprende mejor con la práctica, pero al menos estoy anotando factores a considerar.
Lo que sí es interesante comentarte es que con la ayuda de tus reviews y algunos consejos de un amigo, estoy aprendiendo a ser más sensible ante los vinos.
Saludos,
Katmarce--
submarinopimienta.blogspot.com
Hola Kat, gracias por pasar por acá y dejar tu comentario :-)
ResponderEliminarEn efecto, este es un gran vino y realmente cuesta poner en palabras lo bueno que es. Sigo tratando de manejar una terminología simple, pero a veces no es suficiente. En todo caso, seguiremos tratando!
El tema del corcho es interesante pues si bien es cierto que muchos vinos tienen corchos naturales, hay mucha diferencia entre la calidad de los mismos y su presentación. En este vino se decidió dar un detalle adicional con el estampado del corcho, pero me sigue pareciendo extraño que decidieran no estampar el año de la cosecha.
Hay que practicar siempre que se pueda, esa defitivamente es la clave para desarrollar un gusto más aguzado. Pero lo primero siempre será disfrutarlo, no importa el vino que sea. Desde ahí nace todo lo demás.
Salud!
C.
¿Y cuál es tu teoría sobre el hecho de que no hayan impreso el año de la cosecha en el corcho?
ResponderEliminar... ¿Esa es la costumbre?...
Esa es la actitud que me gusta, disfrutarlo y practicar (con medida jejeje) ;)
Por cierto, felicidades!! El blog se ve muy bien en blogger :) y puedo seguirte mejor...
El tema del corcho es muy curioso en verdad.
ResponderEliminarA mí en lo personal me parece una tremenda 'pifia' de la bodega, pues la gran mayoría se aseguran que el corcho sea fechado como una forma de garantizar la originalidad de la cosecha, más cuando se trata de vinos de cierto precio.
Además, cuando consideras que 2008 fue un excelente año (no tan bueno como el 2007, dicho sea de paso) pues con más orgullo se lo pondría al corcho.
En todo caso, en algún momento saldremos de dudas si este es un asunto aislado del 2008. En casa tengo una botella de la cosecha 2007 que es considerada de las mejores, si no la mejor, de la última década en Chile. Si no le pusieron el año a ese corcho, entonces no tienen cuando!
Salud!
C.
Me cuentas en qué termina el cuento del corcho ;)
ResponderEliminarProvecho!
Simplemente describo este vino como un perfume para el alma, decía un gran amigo al que le di a probar una de mis botellas de PA yo le dije que era un vino que a lo mejor no lo puede hacer volar, pero Si tocar las estrellas... Desde que conocí este vino no lo puedo olvidar ni cambiar, es el mejor Carmenere del mundo....
ResponderEliminarGracias por producir este vino orgullo de Chile
Bien dicho, Jorge!
EliminarSin duda cuando se piensa en Carmenere, este es el vino en que se tiene que pensar. Si bien es cierto que no es 100% Carmenere, hay que reconocerle al maestro enólogo su excelente gusto para seleccionar un corte que resalte las características del Carmenere en lugar de complicar el vino.
Saludos!
C.
Vengo de visitar la Bodega de Montes en Apalta, en el escenario de la Fiesta de la vendimia del Valle de Colchagua en Chile. Mi objetivo: una Botella de este espectacular vino que he probado en anteriores oportunidades, todas ellas Sublimes.
ResponderEliminarLa botella en la bodega se vende a unos no menores Usd120 V/S los Usd 190 que se puede ver en el comercio especializado, ni hablar de un buen restaurant en Santiago, y ya me imagino fuera de Chile. Pero, vale el esfuerzo para disfrutarlo, yo no tengo dudas, lo de Super Carmenere se va quedando corto con el paso del tiempo.
Conversando con el encargado de acompañarnos en el Tour por la bodega (no era el enólogo, pero normalmente no lo es, menos en esta fecha de vendimia), nos comentaba que casi no existen vinos 100%, es decir todos tienen un poquito de maquillaje con otra cepa, en este valle, el petit verdot es la cepa insigne para realizar esa maquilladita, que le da caractericticas especialmente en el color y astringencia;, No son mis palabras, son las del guía, asi que son sólo notas de la referencia.
Bien, la experiencia con este vino es única, no hay dudas, al nivel de un Clos Apalta de Lapostolle, en mi opinión, pero me quedo con el Purple Angel, sin lugar a dudas, y los invito a invertior en un momento mágico. No inviten a muchos....querrán una segunda copa, eso es seguro. Un abrazo desde Chile. Jaime Marfull
Desde la primera vez que lo probé deje que no es un vino que te haga volar pero si podrás tocar las estrellas....
ResponderEliminar70rge
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